leyendas

LAS SIRENAS DEL PUENTE BOLOGNESI

Si una persona transita por Arequipa y se topa con el tradicional puente de fierro Bolgnesi se dará cuenta que esta construcción imponenete tiene pegada a su risco una gigante piedra, donde creen los residentes, viven hermosas sirenas que encantan con sus melodiosos cantos a hombres ingenuos.
Esta piedra fue llamada Machiruna, se cuenta que posee una entrada a un río subterráneo (hogar de las sirenas) que se encuentra justo detrás del Río Chili.
También se cuenta que la piedra se mantiene en su lugar gracias a la fuerza de los brazos de todos los hombres que fueron atrapados por ellas.
Cuando hay celebraciones y fiestas importantes para las sirenas, salen de su hogar subterráneo a las 6 o 7 de la noche buscando jóvenes para atraparlos y divertirse a su manera. Salen de su casa y se posan coquetamente en la gran piedra atrayendo a los incautos jóvenes que pasen por ahí, los hombres al verlas quedan encantados y no resisten a sus dulces encantos, por lo que se acercan cada vez mas a las sirenas que se presentan con largos y sedosos cabellos, siluetas hermosas y colas de bellos y brillantes colores.
Una vez que el desdichado joven es atrapado por las mujeres, desaparece entre las espumosas aguas del Río Chili y no es visto nunca mas.

La Viuda Alegre (Lambayeque)

Con traje que cubre hasta los pies y sobre el un manto grande, ambos de color de una noche tormentosa y cuando la luna está verde o sea en luna nueva hacía su aparición en la esquina, entre las calles Arequipa y Grau una señora de pequeña estatura que afirman se presentaba vestida de blanco. A veces se le ocurría pasear por las calles, acercándose a algún parroquiano o dejar que se le acerquen a ella; otras veces, ya rendida parece que iba a recuperar fuerzas sentándose en una banca del Parque.

La Viuda Alegre cerca al cementerio.
La Viuda Alegre Cerca del Cementerio
En cierta oportunidad la señora encontró a don Bartolomé Chamaya en su casa de la calle Santa Clara, en paños menores, porque hacía mucho calor, don Bartolomé estaba en el quicio de la puerta de su casa. La mencionada dama lo invitó para que la acompañara. Aquel no esperó segunda petición y fue del brazo de ella. Pero después de haber caminado unos cuantos metros, el afortunado personaje se dio cuenta que don Chamaya iba en traje de Adán y con justicia tuvo temor. Las mujeres se cuidan hasta después de muertas.

Cuentan que cuando la mencionada mujer se veía muy sola, echaba a llorar con tanto sentimiento que parecía una criatura. En otra ocasión dicen que don Miguel J. Egart a quien llamaban cariñosamente el Zambo Egart se encontraba tomando licor en una tienda y al verse mareado salió para irse a su casa y al pasar por el parque vio a una señora sentada en una banca y para él fue todo un paraíso en esos momentos al verse los dos solitos, Egart acercándose le preguntó a la señora ¿qué hacía allí?, y si deseaba que la acompañara, empezando a llover los piropos y tantas cosas lindas por el zambo Egart que le seguía enviando palabras amorosas. Llegando al tamarindo rumbo a la Alameda y no la podía alcanzar y al darse cuenta adonde se dirigía nada menos que al cementerio; el zambo Egart sacó su revólver y disparó cinco tiros a este personaje invadido por un frío extraño, el valiente regresó decepcionado, levantándose muy temprano para componer el cuerpo con un guaracazo de yonque, juntos con sus amigos a quienes narró lo sucedido y ellos le informaron que era “La Viuda Alegre”. Seguía la chupeta y las composturas de cuerpo en las madrugadas como de costumbre; el macho Egart enfermó y no duró ni cuatro días más. Se fue en pos de la viudita alegre. Y como la señora encontró su otro gil, se encuentra satisfecha y dejando a los lechuzones hacer sus correrías sin estorbo.

LA MONJA CONDENADA DE SAN ANTONIO

En Arequipa existe la calle San Antonio en donde antiguamente se encontraba una casona que ahora funciona como un colegio, aunque todas las habitaciones de la institución estan siendo ocupadas, existe un cuarto que aun queda solitario con el paso de los años.



Narra la leyenda que esa casona era antiguamente un convento en el cual existió una hermana muy devota a la religión, así que como ultimo deseo en su lecho de muerte le pidió a sus hermanas monjas que la dejaran descansar por siempre en esa habitación, al enterarse de la leyenda muchos alumnos del colegio comentaban que por las ranuras de la puerta observan una cama y un antiguo velador, aunque muchas veces también divisan dentro de la habitación a una monja que aparecía espantando a los curiosos que se atreven a interrumpir su descanso eterno en ese cuarto, y que luego, sin ninguna explicación, desaparece en la nada.
Se cuenta las personas que ha lograron entrar en la habitación solo para jugar o burlarse de la monja condenada no han vuelto a ser vistas con vida.


la enfermera sin cabeza :


Cuenta la leyenda que hace muchos años una bella enfermera se preparaba a contraer nupcias con un joven médico, ambos trabajaban en el hospital Arzobispo Loayza, de Lima, la capital peruana. La fecha de la boda estaba cerca y el novio viajó a su ciudad natal para invitar a sus familiares.


Enfermera sin cabeza
Enfermera sin cabeza
En el trayecto ocurrió un accidente de tráfico en el cual el apuesto médico perdió la vida.

Al enterarse de la noticia la bella enfermera que se encontraba de guardia en una fría noche limeña, decidió suicidarse.

Por aquella época, el hospital se estaba implementando de nuevos pabellones, con lo cual tenía maquinaria de construcción de la época. La enfermera que trabajaba en una segunda planta decidió tirarse al vacío y así acabar con su vida; así sucedió y con tal coincidencia cayó sobre unos hierros que acababan en punta, los cuales le quitaron la cabeza literalmente. Allí quedó muerta la bella joven enfermera sin cabeza.

Pasado el tiempo, aún se le ve caminar por los pabellones de dicho hospital. Algunos pacientes juran haber sido atendidos por una enfermera de traje blanco resplandeciente y capa de terciopelo azul, cuando en realidad ahora las enfermeras en el Perú no llevan capa azul... Algunas personas dicen no haber podido verle la cara, y desde esos fenómenos se ha creado la historia de la enfermera sin cabeza... Misterio, regreso del más allá.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario